Durante la última década montar en bici durante el embarazo ha dejado de ser una actividad contraindicada para gestantes. Pedalear a dos ruedas es posible. Eso sí, no en todos los casos y además deben extremarse las precauciones. Sigue leyendo este post para saber cómo y cuándo se puede montar en bicicleta estando embarazada.
La actividad física moderada es importante
En el caso de gestantes sanas y en embarazos que no presentan complicaciones, el ejercicio moderado es recomendable. Una mejor condición cardiovascular, una correcta tonificación muscular y la ayuda a la postura son solo algunos de sus beneficios.
La actividad física también es necesaria para evitar un aumento excesivo de peso y la diabetes gestacional. Esta práctica también suele acortar el tiempo de hospitalización postparto. Asimismo, las mujeres deportistas suelen ser menos propensas a las cesáreas.
Precauciones antes de subir en bici
Si tu embarazo se desarrolla con normalidad y no hay ninguna contraindicación, puedes ir en bici teniendo en cuenta algunas indicaciones:
Regula la intensidad
La actividad, en todos los casos, debe ser moderada. Se recomienda pedalear no más de 45 o 60 minutos sin picos de esfuerzo. La percepción de tu cansancio es fundamental: si experimentas calor excesivo o falta de aire no dudes en parar, pues tu cuerpo te está diciendo que está agotado.
En relación a esto, debes tener en cuenta que durante el primer trimestre el riesgo de aborto es mayor y un esfuerzo excesivo podría actuar como detonante, por lo que es doblemente necesario regular el gasto de energía durante este período.
Elige rutas seguras
Si estás en la ciudad, no te muevas por lugares con mucho tráfico o donde compartas la misma carretera con coches. Es recomendable moverse por carriles para bici que discurran por zonas tranquilas. Además, elige rutas sin desniveles pronunciados. Si sales al campo, no vayas por un terreno abrupto para evitar que aumente el riesgo de caídas.
Una bici que se adapte a tu situación
Busca un modelo urbano, con un asiento ancho y corte bajo que te permita ir erguida y con la espalda recta. Una postura cómoda evitará que te canses rápido y hará que la experiencia sea más placentera.
¿Hasta que punto se puede montar en bicicleta estando embarazada?
Tradicionalmente se ha evitado esta práctica a partir del quinto mes. Sin embargo, si el embarazo no presenta complicaciones y la madre tiene un buen nivel físico previo podría seguir un poco más allá. No obstante, es tu médico de confianza quien tiene la última palabra al respecto, pues cada caso es diferente.
Por otro lado, recuerda que el embarazo no es un buen momento para comenzar nuevas prácticas deportivas, por lo que si no acostumbras andar en bici regularmente es preferible que optes por dar buenos paseos o por ejercicios para reforzar el suelo pélvico.