Después de un nacimiento, las celebraciones y la alegría inundan nuestro alrededor pero, en nuestro mundo interior, nos podemos llegar a sentir realmente agotadas. Este cambio en nuestras vidas puede hacer que nos sintamos tristes, con miedo o con culpa por no estar tan contentas como cabría esperar. ¿Es normal? ¿Por qué ocurre? Aprende a identificar en este artículo las principales diferencias entre la tristeza y la depresión posparto. ¿Por qué se produce la tristeza posparto o el “maternity blues”? Tras los nueve meses de gestación necesitamos un tiempo para adaptarnos a nuestro nuevo rol de madres. Por eso, es habitual – hasta cierto punto- sentir algo de tristeza. Este fenómeno es transitorio y tiene varias explicaciones tanto físicas como mentales. Durante el posparto debemos aprender y adaptarnos a numerosos cambios, lo que hace que nos sintamos más inestables a nivel emocional, frágiles y con ciertas inseguridades sobre la crianza y nuestra nueva vida en pareja. También es posible que echemos de menos sentir al bebé en nuestro interior, después de meses comunicándonos con él a través de sus movimientos y de la voz. Aunque sorprenda, ello puede provocar una cierta sensación de pérdida. Por otro lado, los cambios hormonales, la pérdida de sangre y a veces la anemia, nos hacen sentir más cansadas de lo normal. Además, en un momento en el que tenemos que cuidar del recién nacido, lo que implica no dormir del todo bien. En consecuencia: durante esta etapa tenemos una mayor tendencia al llanto fácil, al desánimo y a la irritabilidad. También podemos sentirnos excesivamente preocupadas por el bebé, lo que puede provocar ansiedad y pérdida del apetito. Lo habitual es que estos síntomas vayan desapareciendo con los días y que en unas dos semanas nos sintamos mucho más animadas y con fuerzas para dirigir nuestras vidas. ¿Qué ocurre si no nos adaptamos? Diferencias entre la tristeza y la depresión posparto Un pequeño porcentaje de mujeres no logra superar esta tristeza transitoria de las primeras semanas, lo que puede llevar a una depresión posparto. Los síntomas son muy similares a los del “maternity blues”, pero la diferencia es que no disminuye la intensidad de este sentimiento conforme pasan los días. De hecho, a veces incluso se intensifica. Por eso, si te das cuenta de que en tu día a día hay más momentos de tristeza y desesperación que de calma, si sientes que ya nada te interesa o que no eres capaz de cuidar bien de tu hijo, es fundamental pedir ayuda. Solicita una cita médica con un profesional y cuéntale cómo te sientes. Él puede ayudarte a salir de la depresión posparto.
Tiroiditis postparto: qué es y cómo puede tratarse
Después de dar a luz la glándula tiroides puede inflamarse, provocando lo que se conoce como tiroiditis postparto. Este problema médico suele producirse durante el primer año después del alumbramiento. Se calcula que entre 5 y 10 mujeres de cada 100 pueden verse afectadas tras haber tenido un bebé. Pero, ¿en qué consiste exactamente este tipo de tiroiditis? La tiroiditis postparto: fases y síntomas Por lo general, la tiroiditis postparto es una enfermedad que consta de dos fases: En la primera fase, que es de hipertiroidismo, hay un alto nivel de hormonas tiroideas. Esto se debe a que la secreción de estas hormonas, compuestas por T3 y T4, es excesiva y terminan en el torrente sanguíneo. Ello hace que el metabolismo se acelere, con síntomas como: pérdida de peso, aceleramiento de los latidos del corazón, más cansancio y nerviosismo, sudores y mayor sensibilidad al calor. Esta fase puede durar entre dos y cuatro meses. Si la inflamación daña la tiroides y su capacidad de producir hormonas tiroideas, se pasa a una segunda fase de hipotiroidismo, que se puede prolongar durante un año. En este caso el efecto es el contrario. Es decir, el nivel de hormonas tiroideas en sangre es bajo y el metabolismo se reduce. Esto puede provocar bocio, aumento de peso, fatiga, depresión, sequedad de la piel, pérdida de cabello y sensibilidad al frío. ¿Qué riesgos implica esta enfermedad? El riesgo de padecer tiroiditis postparto aumenta en mujeres que tienen un trastorno del sistema inmunitario. Por ejemplo, la diabetes de tipo 1. Los antecedentes familiares de enfermedades de tiroides o tiroiditis postparto también deben tomarse en cuenta. Cuando aparece esta enfermedad, es posible que el cuerpo vuelva a la normalidad en unos meses sin llegar al hipotiroidismo. Sin embargo, en la mayoría de casos se pasa por la segunda fase. Por eso, es importante tratar esta afección para evitar que se desarrolle un hipotiroidismo permamente. Diagnóstico y tratamiento de la tiroiditis postparto Para el diagnóstico de la tiroiditis postparto serán necesarias varias pruebas de laboratorio. Éstas permitirán ver el nivel de T4 en sangre, el nivel de la hormona estimuladora de la tiroides TSH, los valores de absorción de yodo reactivo o el nivel de anticuerpos antitiroideos. Con estos resultados, el especialista podrá determinar en qué fase se encuentra la paciente y recomendar el mejor tratamiento en cada caso. Normalmente, si está en el primer estadio de la tiroiditis posparto y los síntomas son muy marcados, se recetan medicamentos que ayudan a paliarlos. En el segundo estadio, puede ser necesaria una terapia de hormona tiroidea. La mayoría de veces la tiroides vuelve a la normalidad al cabo de un tiempo.
La primera regla después del parto. Algunas consultas frecuentes.
Tras dar a luz, es habitual preguntarse qué ocurre con la primera regla después del parto. Por ello, en este artículo abordaremos algunas de las consultas más frecuentes relacionadas con este tema. Comenzamos por la pregunta más frecuente de todas… ¿Cuándo tendré la primera regla después del parto? En realidad no hay una fecha exacta, pues cada mujer es un mundo y depende de varios factores. Normalmente el primer sangrado se producirá entre 4 y 8 semanas después del alumbramiento. Si amamantas a tu hijo de forma natural puede que la amenorrea postparto se prolongue, debido a la acción de la prolactina. Esta hormona se encarga de la producción de leche e inhibe la función ovárica, evitando los ciclos menstruales normales. Dicen que durante la lactancia no suele haber regla, pero yo la he tenido todos los meses… Aunque es cierto que durante la lactancia la menstruación puede presentarse de forma irregular o estar completamente ausente, si hay regla durante la lactancia no debes preocuparte. La regla no afecta a la lactancia ni a la calidad de la leche. Igual que cada embarazo es distinto, con síntomas que varían de una mujer a otra, ocurre lo mismo durante el postparto. No estoy dando el pecho y no me viene la regla. Además me siento como deprimida. ¿Qué me pasa? El postparto es un periodo de grandes cambios para una mujer, tanto a nivel físico como mental. Los niveles de estrógenos y de progesterona descienden bruscamente en esta etapa, lo que puede desencadenar una deperesión o cambios de humor parecidos a los premenstruales. Apóyate con un especialista si los síntomas perduran, para descartar que estés sufriendo una depresión postparto. ¿Es normal tener muchas pérdidas después de dar a luz? Es habitual tener pérdidas durante una o dos semanas después del parto. Éstas no son de menstruación, sino un sangrado para expulsar los restos de placenta, moco y secreciones que se conoce con el nombre de loquios. Estas pérdidas irán disminuyendo cada día hasta desaparecer completamente. Las más leves y de color oscuro pueden mantenerse durante seis semanas. Si ves que no cesan y mantienen la intensidad de los primeros días, consulta con tu ginecólogo. Recuerda que hasta que no se pase la cuarentena no debes utilizar tampones. Con las pérdidas del postparto, me siento agotada. ¿Me ocurre algo? Las pérdidas del postparto pueden provocar algo de anemia. Por otro lado es una etapa en la que la madre debe adaptarse a una nueva realidad y atender al bebé, por lo que es normal que cueste en algunos momentos seguir el ritmo. Consulta con tu médico para que pueda evaluar qué ocurre y recomendarte algún suplemento. Uno de los más habituales es el de hierro, que se recomienda tomar en ayunas sin mezclar con lácteos. Después del parto a veces se me escapa un poco de pipí. ¿Qué puedo hacer? Debes tener en cuenta que tras los últimos meses de embarazo y el parto, los músculos de la zona pélvica pierden su tono habitual, pues están sometidos a mucha presión. Para poder recuperarlo, se recomienda realizar algunos ejercicios. Puedes, por ejemplo, tratar de retener el chorro de la orina varias veces mientras haces pipí y simular estas mismas constracciones de pie, en cualquier momento. Si tengo reglas dolorosas, ¿seguirán siéndolo después del parto? Las reglas dolorosas tienen a mejorar en muchas mujeres después del parto. Además, los periodos tienden a volverse más regulares. También es normal tener algunos desajustes en los primeros ciclos, tanto en duración como en cantidad de regla. Es posible que la primera regla después del parto sea más abundante y dure más días de lo habitual. Esta primera regla puedes estar o no precedida por la ovulación, por lo que existe la posibilidad de quedar embarazada si no tomas las medidas adecuadas. ¿Me puedo quedar embarazada sin que haya venido ninguna regla después del parto? No debes intentar un nuevo embarazo hasta que hayan pasado, como mínimo, tres meses después de dar a luz de forma natural. Si el parto ha sido por cesárea, debes esperar más tiempo. Sí puedes quedarte embarazada durante la lactancia sin tener ninguna regla, pero lo más habitual es que ello ocurra cuando la ovulación y la menstruación se normalicen. En definitiva, después de dar a luz debes dejar que tu cuerpo recupere la normalidad. Es importante que respetes la cuarentena o puerperio para recuperarte y que seas consciente que las hormonas necesitan un tiempo para estabilizarse y volver a su funcionamiento habitual. Así que estate atenta a tu cuerpo y sé paciente para esperar la primera regla después del parto. Cualquier duda que tengas, consulta con tu ginecólogo sin dudar.