Debido a los procesos hormonales que desata la gestación, nuestro cuerpo experimenta un número de cambios importante durante este proceso. Los hábitos del sueño durante el embarazo, por ejemplo, pueden verse alterados.
Descansar correctamente es muy importante en cualquier momento de la vida, más aún cuando estás a punto de ser mamá. Por eso, en el Día Mundial del Sueño, revisamos algunos consejos básicos para dormir mejor durante esta etapa tan especial.
1. ¡Que vivan las siestas!
Lo más importante es descansar siempre que se pueda. Lo recomendable es irse a dormir más temprano de lo habitual y tomar siesta si se puede.
Por lo general, una embarazada puede dormir entre 8 y 10 horas por la noche, y hacer siestas durante el día desde los 10 minutos hasta las dos horas.
2. Cenas saludables y menos cafeína
Por otro lado, se aconseja cenar entre dos y tres horas antes de irse a la cama, especialmente en el tercer trimestre, cuando la indigestión o la acidez aparecen con mayor frecuencia.
Además, una alimentación saludable no solo favorecerá la digestiónl y el bienestar de la mamá, también ejercerá un beneficio en el desarrollo del bebé.
El consumo de café y otras bebidas con cafeína debe evitarse durante el embarazo.
3. Horarios para limitar el uso de las pantallas
Una hora antes de ir a la cama deberías dejar de ver cualquier pantalla, lo que incluye la televisión, la tableta o el teléfono. Escuchar música suave, leer un libro, meditar o darse un baño ayudarán a conseguir un estado de relax óptimo.
Asimismo, acostarse y levantarse a la misma hora todos los días podría mejorar la calidad del sueño.
4. Ejercicio suave
Mantener una rutina de ejercicio adecuada durante el embarazo también aporta bienestar. Eso sí, el ejercicio debe ser suave y adaptado a cada etapa de la gestación. Consulta siempre con tu ginecólogo de confianza para saber qué tipo de ejercicio es mejor para ti.
5. Posturas que facilitan el sueño durante el embarazo
Durante el primer trimestre del embarazo cualquier postura en la cama es buena. La mamá puede adoptar la que le resulte más cómoda. Seguramente irán cambiando a lo largo del embarazo, conforme aumente el volumen de la barriga.
Cuando el embarazo está ya muy avanzado y se vuelve difícil encontrar una postura cómoda, el uso de cojines y almohadas puede aportar un mayor confort a la futura mamá.