Pérdidas de leche en el embarazo

Pérdidas de leche en el embarazo ¿Es algo normal?

En este artículo vamos a resolver tus principales dudas sobre las pérdidas de leche en el embarazo. No te agobies, disfruta de los meses que te quedan por delante porque es algo bastante normal. Ahora te explicamos porqué.

¿Por qué se producen las pérdidas de leche en el embarazo?

Notar que sale un poco de leche del pezón no debe ser motivo de alarma, pues en la mayoría de casos tiene que ver con el desarrollo de la placenta y todos los cambios hormonales que se producen cuando estamos en estado.

Durante la gestación los niveles de prolactina se disparan. Ello, especialmente durante el tercer trimestre, puede provocar la aparición de una especie de secreción acuosa y pegajosa. Esta primera leche es el calostro y es la forma en la que nuestro cuerpo se prepara para poder alimentar al bebé cuando nazca.

Otras hormonas que participan en este proceso son la oxitocina, la relaxina o la progesterona. No obstante, no todas las mujeres llegan a tener este tipo de pérdidas. Es ese caso, tampoco pasa nada.

¿Cuándo puede ocurrir?

A partir del cuarto o del quinto mes de embarazo ya podemos comenzar a notar cierta humedad en los pezones. Estas pérdidas de leche son indoloras y pueden persistir hasta el final, aunque es en el momento del alumbramiento cuando su producción llega a su punto máximo.

Hasta entonces puedes utilizar discos protectores absorbentes para el sostén, evitando así manchar tu ropa. Las secreciones pueden producirse en cualquier momento del día, sobre todo cuando sientes una mayor excitación o masajeas tus senos.

Pérdidas de leche en el embarazo

Una primera toma de contacto con la lactancia

Las primeras pérdidas de leche en el embarazo son parte de la predisposición que la mujer tiene hacia la lactancia. Ésta comienza, si las indicaciones de los especialistas lo permiten, en la misma sala de paritorio y justo después del parto.

Para ello el contacto piel con piel es muy importante: poner el bebé lo antes posible sobre la mamá ayuda a iniciar el proceso. Si no se pudiera en ese momento, las siguientes 3 – 6 horas posteriores al nacimiento son claves para la producción del calostro.

Hasta que llegue la leche más madura, pueden pasar varios días. Mientras tanto, este líquido suplirá las necesidades nutricionales del futuro bebé y funcionará como un cóctel inmunológico para tu pequeño.

Cuando vayas a darle el pecho busca siempre una postura de lactancia con la que te sientas cómoda y ten paciencia. Es esencial que el bebé disponga de todo el tiempo que necesite para tomar la leche.

El embarazo es uno de los períodos más emocionantes en la vida de una mujer así que disfruta de esta etapa y, ante cualquier duda, consulta siempre con tu ginecólogo de confianza.

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